Autocompasión : “El Arte de SER tu propio refugio”

Autocompasión : “El Arte de SER tu propio refugio”
M. Psic. C.C. Carlos Salinas G.

Por: M. Psic. C.C. Carlos Salinas G.

Un nuevo Pacto con Nosotr@s Mism@s…

Imagina a un niño pequeño que ha tropezado y caído. Llora. De inmediato, un adulto se acerca, lo recoge con ternura, le limpia las heridas, lo reconforta.

Ahora imagina que ese niño eres tú… pero en tus momentos de fracaso, vergüenza o miedo.

¿Qué haces contigo mismo? ¿Te abrazas o te castigas?

La mayoría de nosotros, educados en culturas que glorifican la autosuficiencia y la perfección, aprendimos a golpearnos internamente justo cuando más necesitamos comprensión.

Y aquí es donde la autocompasión entra como un acto radical: el acto de tratarnos como trataríamos a alguien que amamos, en el momento en que más fallamos.

La psicología contemporánea, desde enfoques como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), la Terapia Centrada en la Compasión (CFT) y el mindfulness aplicado, nos enseña que la autocompasión no es debilidad ni narcisismo: es, paradójicamente, el mayor acto de fortaleza emocional.

La trampa de la autoestima: siempre insuficientes

Durante décadas, se nos enseñó que debíamos “tener alta autoestima” para sentirnos bien y vivir plenamente.

Pero como bien explica Kristin Neff, la autoestima tradicional depende de la comparación, del éxito y del rendimiento.

Cuando ganamos, nos sentimos bien. Cuando fallamos, el piso se desmorona.

Steven Hayes, fundador de ACT, apunta que el problema es que nuestra mente está diseñada para comparar: ¿soy más exitoso que otros? ¿Más querido? ¿Más fuerte?

Y esto genera un dolor innecesario: en la carrera de la autoestima, siempre habrá momentos en que sintamos que no somos “suficientes”.

En contraste, la autocompasión —dice Neff— no se basa en ser mejor que otros, sino en reconocer que somos humanos, vulnerables y valiosos, simplemente por existir.

“No somos problemas por resolver, somos misterios para ser vividos.” — recuerda Kelly Wilson.

¿Qué es realmente la autocompasión?

Dennis Tirch, experto en terapias compasivas, define la autocompasión como una motivación sabia para aliviar nuestro propio sufrimiento, con la ternura con la que trataríamos a un ser querido.

La autocompasión tiene tres componentes esenciales:

  1. Amabilidad hacia uno mismo: frente al error o la tristeza, hablarnos con ternura en lugar de dureza.
  2. Reconocimiento de la humanidad común: no estamos solos en nuestras luchas; fallar es parte de ser humano.
  3. Mindfulness: ver nuestro sufrimiento con claridad, sin negarlo ni exagerarlo.

Tara Brach lo describe como “el abrazo radical”: no huimos de nuestro dolor, lo abrazamos como abrazaríamos a un niño asustado.

La ciencia detrás del refugio interior

Numerosos estudios muestran que la autocompasión:

  • Disminuye la ansiedad y la depresión
  • Aumenta la resiliencia frente al estrés
  • Mejora la motivación saludable (sin necesidad de autocastigo)
  • Favorece relaciones más empáticas y auténticas

En investigaciones de la Universidad de Texas, por ejemplo, se descubrió que personas con alta autocompasión se recuperaban más rápido de fracasos, aprendían más de ellos y sentían menos vergüenza.

Yo  lo explicaría así: cuando dejamos de luchar contra nosotros mismos, liberamos recursos para construir la vida que realmente valoramos.

Cómo practicar la autocompasión en la vida real

1. Reconoce tu sufrimiento sin juicio

Cuando notes que estás sufriendo, detente. Reconócelo.

No minimices (“no es para tanto”) ni dramatices (“es el fin del mundo”).

Simplemente pon nombre a tu experiencia: “Esto duele”, “Esto es difícil”, “Estoy luchando”.

2. Habla contigo mismo como hablarías con un amigo

Pregúntate: ”¿Qué le diría a un ser querido en esta situación?”

Y luego dirígete a ti mismo de esa misma manera.

Podrías guiar tu diálogo interior de la siguiente manera:

“Esta herida también pertenece al amor que soy capaz de darme.”

3. Recuerda que no estás solo

Sufrir no es un defecto personal, es parte del contrato humano.

Recuerda: todos los seres humanos, de alguna forma u otra, sufren, fallan y se sienten insuficientes.

Tú no estás aislado en tu dolor.

4. Acércate a tu cuerpo y tu emoción

La compasión no solo es mental: es física.

Coloca tu mano en el corazón, en el rostro, en el abdomen, donde sientas el dolor.

Permite que tu cuerpo sepa: “Estoy contigo.”

5. No esperes sentirte mejor de inmediato

La autocompasión no es una herramienta para “eliminar” el dolor, sino para sostenerlo, para transitarlo con amabilidad y valentía.

John O’Donohue nos recordaría que a veces la mayor bendición es aprender a habitar el umbral de la tristeza con ternura.

Poética de la autocompasión: Un acto de reverencia

En palabras de John O’Donohue, cada uno de nosotros es un “santuario interior”.

Cuando practicamos la autocompasión, hacemos algo revolucionario: convertimos nuestras heridas en altares sagrados de comprensión.

La autocompasión nos enseña que la vida no nos exige ser invulnerables:

nos invita, más bien, a ser amables guardianes de nuestra fragilidad.

“Que puedas reconocer el dolor como un portal hacia tu más profunda humanidad.”

“Que en tus noches de sombra, encuentres en ti mismo el fuego sagrado de la compasión.”

Conclusión: Ser nuestro propio refugio

Autocompasión no significa excusarnos ni renunciar al crecimiento.

Significa que crecemos mejor cuando dejamos de herirnos en el proceso.

Significa que podemos equivocarnos y aún ser dignos de amor.

Significa ser lo suficientemente valientes para cuidar de nuestra propia tristeza, nuestros propios sueños, nuestra propia vida.

Al final, cada momento de autocompasión es un acto silencioso pero poderoso de revolución interna:

Un recordatorio de que somos hogar, incluso cuando el mundo afuera se torna tempestad.

“Antes huía del dolor, ahora lo respiro”

1 Comment

  • Angelica Pardo 6 mayo, 2025 11:27 pm

    Me encanta la exploración de estos temas tan importantes para el crecimiento personal y desarrollo y salud mental, y abordado y explicado de la mejor manera que se puede transmitir, simplemente increíble, mil gracias!!!

Add Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *